Millones de personas en el mundo usan lentes de contacto por comodidad o por estética. Las lentillas son cómodas, nos ahorran tener que llevar gafas todo el día, nos permiten nadar en la piscina sin necesidad de chocarnos con otros bañistas y encontrar sin problemas las escalerillas de salida. Y sobre todo, para aquellos que no se terminan de ver guapos o guapas con gafas, son la solución perfecta 
Pero la mayoría de los usuarios de lentillas comenten errores muy comunes, que aunque puedan parecer inofensivos, pueden causarnos irritación, molestias en los ojos, infecciones, queratitis, úlceras o incluso problemas de visión.
En este artículo queremos contarte 5 de los errores más comunes al usar lentillas. Si tú las usas, seguro que te sientes identificado. Esperamos que al leer este artículo lo corrijas 😉
5 errores comunes al usar lentillas
1. Quedarse dormido con las lentillas puestas
Usar las lentillas más tiempo del debido es uno de los errores más comunes. Seguro que más de una vez has sentido picor en los ojos e irritación al llevar las lentillas desde que te levantas hasta que te acuestas. Y peor aún ¿alguna vez te has despertado de la siesta o por la mañana con las lentillas puestas? Al dormir, nuestra cornea produce menos lagrimeo del que necesitamos, por lo que no se mantendrán hidratadas y tendremos la sensación de que se nos han quedado «pegadas» al ojo al despertar. Esto es un error común en los principiantes lentilleros. Habitúate a quitarte las lentillas a una hora concreta, al llegar a casa, antes de cenar, etc.
2. Prolongar la vida útil de las lentillas
¿A que no te comerías un yogur caducado desde hace tres meses? Las lentillas tienen su fecha de caducidad, y uno de los errores más comunes es usarlas más tiempo del habitual, lo cual puede ocasionar infecciones y úlceras. Si tus lentes de contacto son diarias, no las reutilices dos o tres días. Lo mismo que si son lentillas mensuales, no las uses un mes y medio ni dos meses.
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3. Reutilizar el líquido para lentillas
Este es otro de los errores más habituales y más peligrosos para nuestros ojos. El líquido para lentillas debe tirarse cada vez que lo usemos y renovarse cada día. En caso contrario, pueden acumularse colonias de bacterias que nos causen infecciones en los ojos.
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4. Utilizar agua corriente para limpiar las lentillas
Nunca laves las lentillas con agua corriente del grifo, ya que no está totalmente libre de bacterias y microorganismos, que aunque nuestro cuerpo pueda defenderse ante ellas al ingerirla, nuestras lentillas no. Usa siempre solución única o lágrimas artificiales para hidratarlas o lavarlas, si llevamos mucho tiempo con ellas en el día o para guardarlas en su estuche.
Además, manipula siempre tus lentillas con las manos bien limpias con agua y jabón neutro, y bien secas.
5. No cambiar nunca el estuche portalentes
¿Eres de los que les cogen cariño al portalentillas? Debes cambiar tu portalentes al menos dos o tres veces al año y no usar el mismo siempre, pues también puede ser fuente de bacterias e infecciones en el ojo.
Y aunque no lo hayamos incluido en esta lista, a algunas personas se le ocurre comprar lentillas en tiendas físicas o por internet en páginas sin control médico ni autorización. Ten mucho cuidado y no pongas en riesgo la salud de tus ojos.
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